OBSERVAR EL VINO
Para observar correctamente el vino, lo ideal es sujetar la copa por la base o por el mástil para tener mas maniobrabilidad y, desde luego, nunca tocar la parte que contiene el vino y así evitar calentarlo o enfriarlo.
Alejaremos la copa contra un fondo blanco o muy claro para captar mejor los colores. Fíjate tanto en el color del centro como del borde. En vinos tintos muy maduros suele haber una diferencia de color.
Dos características a observar son la LIMPIDEZ y la FLUIDEZ
La limpidez se refiere a si tiene o no partículas en suspensión. Un vino limpio y transparente nos da primero impresión acerca de su buen estado frente a un vino turbio sin razón aparente.
ADJETIVOS UTILIZADOS PARA DEFINIR LA LIMPIEZA O TURBIDEZ:
Cuando hablamos de fluidez nos referimos a la densidad del vino. Depende de la cantidad de glicenol que es un subproducto de la fermentación alcohólica ligado al etanol.
Un grado alcohólico alto o una fermentación a baja temperatura, favorecen la densidad del vino.
Los blancos en general son más fluidos que los tintos.
OTROS ADJETIVOS PARA DEFINIR LA FLUIDEZ
Viscosidad
Untuosidad
Con cuerpo
La fluidez además está relacionada con las lágrimas, las gotas de vino que se deslizan por la copa después de que la agitemos. Una lágrima que se desliza lentamente nos habla de un vino denso y, por tanto con bastante cantidad de etanol.
Otro aspecto importante de esta primera fase de la cata es el COLOR.
De nuevo, para apreciarlo mejor, moveremos la copa sobre un fondo blanco.
De lo primero que nos hablará el color del vino es de su edad, especialmente si nos fijamos en los ribetes.
TINTOS | BLANCOS | |
VINOS JÓVENES | Morados o violáceos | Verdosos |
VINOS CON EVOLUCIÓN | Anaranjados o teja | Dorados |
Otro término importante es LA CAPA. Hablamos de vinos de capa alta cuando son más opacos (más cuerpo, estructura y concentración de taninos) y vinos de capa baja cuando son más transparentes, tienen menos cuerpo y un nivel notable de acidez.
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