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Los defectos del vino

Los defectos del vino

Los defectos del vino son cada vez menos frecuentes ya que hoy en día, contamos con técnicas más modernas para su elaboración, aún así, el vino es una materia viva por lo que pueden aparecer ciertos defectos y sufrir alteraciones

Los defectos del vino a nivel visual:

  • Color oxidado: el color varía mucho en función de las variedades y la elaboración. Si un blanco o un rosado presentan tonalidades marrones evidentes o un tinto joven es apagado y con tonos anaranjados, puede ser por una fuerte oxidación.
  • Trozos de corcho. Al abrir la botella pueden caer y no afectan al vino aunque su presencia puede distraer en la fase gustativa.
  •  Pequeños cristales. Aparecen en blancos que no se estabilizaron bien y se llaman bitartratos, unas sales de ácido inocuas para el consumo. Es algo visual y no se considera un defecto del vino.
  • Posos. Son sedimentos coloreados propios de tintos añejos. En vinos más jóvenes también se detectan porque muchos tintos no se estabilizan por el frío. Decantando el vino, ya se separan de la masa vínica.

A nivel olfativo:

  • Humedad vinculada al tapón y a la presencia de moho. Si los hongos que se reproducen en la parte superior de la botella lo atraviesan, entrarán en el vino.
  • Sulfuroso. Da un olor punzante y azufrado que recuerda a las cerrillas recién apagadas. Si al agitar la copa desaparece, no presentaría ningún problema.Si persiste, sí sería un defecto.
  • Picado. Notaremos un característico olor a vinagre. En vinos que se están picando, aparecen olores a pegamento o disolvente, perfectamente reconocibles.
  • Corcho. Por un tapón defectuoso.

A nivel gustativo:

  • En este caso, confirma todos los defectos que hemos detectado anteriormente, en la vía retronasal, podemos detectar nuevos malos olores, de ser así, lo más natural es rechazar el vino.

 

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