El éxito en la producción de uvas se debe en gran medida a la comprensión de los diferentes estados fenológicos de la vid y la realización de tareas adecuadas en cada etapa del ciclo de vida de la planta.
La vid es un arbusto trepador que, mediante la acción humana, guiamos para conseguir sus frutos y con ellos, elaborar el vino. A través de la fenología,establecemos la cronología de los acontecimientos en relación con aspectos morfológicos y fisiológicos del desarrollo en diferentes lugares y climas.
Los datos fenológicos nos ayudan a:
- Seleccionar los lugares más adecuados para las nuevas plantaciones.
- Planificar el diseño de las nuevas plantaciones y el calendario de labores.
- Tomar las decisiones culturales adecuadas durante muchas de las fases que integran el ciclo de la vid.
- Elaborar los calendarios de tratamientos.
- Prever las fechas de vendimia.
Existen varias versiones para denominar el estado fenológico en el que se encuentra la vid pero el más antiguo y más usado es la de Baggiolini. Posteriormente, añadió otras 5 fases.
ESTADO A: Yema de invierno o de yemas dormidas.
Es lo que sucede tras la caída de la hoja y en la que la vid no presenta una actividad aparente. La planta puede aguantar temperaturas de hasta -15º
ESTADO B: Lloro.
Se trata de la primera manifestación de actividad que podemos observar a simple vista y se produce porque la savia brota en los lugares donde la planta fue podada.
ESTADO B2: Yella hinchada
También se conoce como yema algodonosa porque empezamos a ver su superficie vellosa.
ESTADO C: Punta verde
En este momento podemos apreciar, a medida que la yema se abre, el color verde de lo que serán las hojas
ESTADO D: Hojas incipientes.
Las hojas comienzan a asomar aún protegidas por la borra.
ESTADO E: Hojas extendidas
Ya podemos apreciar con claridad las hojas que además se van abriendo. En este momento se puede distinguir ya la variedad de la planta.
ESTADO F: Racimos visibles
En los extremos de los brotes vemos ya las inflorescencias
ESTADO G: Racimos separados
Las inflorescencias se espacian a lo largo de todo el brote
ESTADO H: Botones florales separados
Los racimos florales están completamente desarrollados y se empiezan a formar los racimos de uvas.
ESTADO I: Floración
Es el momento en el que maduran estambres y pistilos
ESTADO J: Cuajado
Se forman las primeras bayas de uva.
ESTADO K: Grano tamaño guisante
Los racimos se compactan y se definen las bayas de uva que alcanzan el tamaño de un guisante
ESTADO L: Cerramiento del racimo
Las bayas de uva empiezan a crecer por lo tanto el racimo está visiblemente más compacto
ESTADO M1: Inicio del envero
Una de las fases más hermosas a nivel visual en la que los taninos y pigmentos comienzan a intensificarse en la piel de las uvas, lo que les da su color característico.
ESTADO M2: Pleno envero
Al grano de uva lo recubre la pruina y
ESTADO N: Maduración
Las uvas tienen el máximo contenido de azúcar volviéndose más dulces y perdiendo poco a poco su sabor astringente. Aparecen también los aromas varietales.
ESTADO O: Caída de la hoja
Las hojas comienzan a cambiar de color y el verde da paso a amarillos, ocres y rojos, dependiendo de la variedad. Después se secan para finalmente acabar cayendo.
Respecto a las fechas en las que se producen cada uno de estos estados podemos hacer una aproximación pero diferirá dependiendo de la variedad de uva o de las condiciones meteorológicas de cada año. Aún así, la brotación suele producirse tanto en DO Ribeiro como en la DO Monterrei como en la DO Rías Baixas entre mediados de marzo y mediados de abril. La floración comieza en las últimas semanas de mayo o primeras de junio. El envero por su parte, a finales de julio y a lo largo del mes de agosto.
Gracias a conocer los estados fenológicos de la vid, el viticultor puede planificar y ajustar las tareas de manejo del cultivo, como la poda, la fertilización, el riego, la protección contra plagas y enfermedades, la vendimia y la elaboración del vino.
Por ejemplo, en la fase de floración, es importante proteger las flores de las heladas, ya que pueden dañar la formación de las bayas y reducir el rendimiento. En la fase de envero, se debe controlar el riego para evitar la sobremaduración y la pérdida de acidez en las uvas. En la fase de madurez, el viticultor debe determinar el momento adecuado para la vendimia y el nivel óptimo de azúcares en las uvas para la producción del vino.
Conocer los estados fenológicos de la vid también permite al viticultor anticipar los problemas y las necesidades del cultivo en cada etapa, lo que puede mejorar la calidad y cantidad de la producción de uva y el vino resultante. Por tanto, los estados fenológicos son fundamentales para el éxito y la rentabilidad de la producción vitivinícola.